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**¡Rubén Zamora de vuelta a la cárcel! Pero no, no es una serie de Netflix, ¡es la vida real!**

  • Foto del escritor: Ethan Paredes Vacaro
    Ethan Paredes Vacaro
  • 25 mar
  • 3 Min. de lectura

**¡Rubén Zamora de vuelta a la cárcel! Pero no, no es una serie de Netflix, ¡es la vida real!**


La vida de los periodistas nunca es aburrida, pero cuando se trata de José Rubén Zamora, el fundador de *El Periódico* de Guatemala, uno podría pensar que hasta la guayaba se vuelve ácida. El 2025 comenzó con todo para este periodista que, después de casi 813 días de estar en prisión preventiva (¡casi dos años y medio, imagínate!), pasó un mes en arresto domiciliario… pero parece que eso no fue suficiente para frenar la montaña rusa judicial que vive este hombre.


Y es que el 23 de marzo, un tribunal guatemalteco ordenó su regreso a prisión, ¡justo cuando ya había dado por terminada su relación con las paredes de una celda! Los cargos que enfrenta son serios, acusándolo de lavado de dinero, algo que en un país con tanta corrupción parece casi un deporte nacional. Pero ojo, no estamos diciendo que Zamora esté limpio como una lágrima, sino que las aguas judiciales en Guatemala son tan turbulentas que cualquier pez puede parecer culpable… o no.


### Un caso de novela, pero no tan divertido

Lo que llama la atención de este caso, más allá del simple hecho de que un periodista se encuentra entre rejas, es el contexto: **Zamora no es un periodista cualquiera.** Es ese tipo de persona que se mete a donde nadie se atreve. En la época en que los políticos de turno hacían lo suyo, el bueno de Rubén decidió hacer un “periodismo de investigación” en serio, y sacó a la luz varios casos de corrupción que, de haber sido un súper héroe, lo habrían hecho el Capitán Transparencia de la región. Sin embargo, parece que en lugar de una estatua en su honor, lo que recibió fueron acusaciones y más acusaciones de parte de la fiscalía.


Y ya sabemos lo que pasa cuando alguien mete el dedo en la llaga: hay una fila de gente dispuesta a que el dedo no salga. En este caso, lo que hizo *El Periódico* fue destapar casos de corrupción como si fuera un pescador sacando peces de un estanque lleno de secretos. El problema es que no todos estaban contentos con ese tipo de pesca, y parece que la red judicial se le vino encima.


### Los giros inesperados: el regreso a prisión

Después de estar más de dos años esperando un juicio (porque en Guatemala los juicios no tienen prisa, más bien son como esas novelas de las 3 de la tarde que nunca terminan), Zamora estuvo un mes en arresto domiciliario. Pero, claro, eso no duró mucho. Como cuando piensas que has ganado la batalla por no hacer la tarea y de repente el profe te dice “nada, el examen es mañana”, así quedó Rubén, de vuelta en la cárcel, esta vez con la orden de retornar a prisión tras un tribunal de apelaciones que consideró que, en su arresto domiciliario, no estaba “colaborando” como se esperaba.


La situación, en realidad, pone en evidencia dos cosas:

1. Que la justicia en Guatemala tiene una manera bastante peculiar de hacer las cosas (si alguna vez has estado en el país, sabrás que aquí todo pasa con más drama que en cualquier telenovela).

2. Que, aparentemente, hablar de corrupción te puede llevar a la cárcel, ¡pero no te garantiza que todo termine ahí!


### Y ahora, ¿qué?

Este episodio nos invita a reflexionar sobre dos cosas:

- **La libertad de prensa**. Si alguien como Rubén Zamora, que ha dedicado su vida a destapar corruptelas y a luchar por la transparencia, se enfrenta a este tipo de procesos judiciales, ¿qué le queda a los demás? El clima para los periodistas en muchos países de América Latina sigue siendo un campo de minas, y, aunque la ley es igual para todos (o eso dicen), pareciera que algunos tienen más “agüero” que otros.

- **El juego político**. Porque, como todos sabemos, detrás de las grandes causas, siempre hay intereses más grandes aún. Y eso es lo que muchos consideran que está pasando con Zamora: una simple jugada para silenciarlo.


### ¡Aquí va mi llamado a la acción!

Así que, amigos y amigas, ¿qué opinan de todo esto? ¿Es Rubén Zamora una víctima de la justicia guatemalteca o simplemente es un hombre que está pagando el precio por hablar demasiado claro? El debate está abierto, y no hay una respuesta fácil. Pero lo que sí es cierto es que este es un capítulo más de la larga historia del periodismo en Guatemala, donde las noticias de hoy son las que muchos prefieren ocultar.


¡Déjame tu opinión en los comentarios! ¿Qué piensas sobre este regreso a prisión? ¿Es un acto de justicia o simplemente un movimiento más de un tablero de ajedrez judicial? ¡Te leo!

 
 
 

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